El Mirador de Al-Andalus

Acudimos cuatro personas, un restaurante que cuenta con una ubicación con unas vistas privilegiadas, decidimos acudir, sabiendo que no teníamos reserva. En la entrada un camarero en una barra nos recibió muy simpático, al cual preguntamos si podríamos ocupar una mesa sin previa reserva, a lo que nos respondió amablemente que si. Cuál fue la sorpresa, cuando aún sin sentarnos, puesto que preferimos preguntar a un camarero de sala, se nos acerca una camarera, y con unas formas pésimas nos pregunta que si tenemos reserva, al indicarle que no, nos dice de muy malas formas y sin ninguna educación; “entonces sin reserva dónde vais no os podéis sentar, antes se pregunta, no se pasa sin más”. Ante este comentario nos quedamos estupefactos pues lo primero que hicimos fue preguntar en la entrada. Malamente y con gran parte de las mesas vacías, por no decir más del 60% de la sala, nos saca una mesa del interior y nos pone arrinconados. Ante lo cual preferimos abandonar el lugar. Con tantos restaurantes que hay en la zona, con una excelente atención, y necesitando de trabajar en una época como la actual, nada recomendable la visita a un sitio en el cual parte del personal no dispone una mínima educación. NADA RECOMENDABLE LA VISITA